Se puede acceder desde varios puntos diferentes, pero la opción más recomendable es ingresar desde el kilómetro 137 de la N-550. Desde allí, desciende un camino asfaltado que nos llevará a una pista que debemos recorrer, pasando junto al Puente de Fontán y el túnel de la línea férrea que une A Coruña con Vigo. Un poco más adelante, nos encontramos con el Sobreiral de Fontán, desde donde descienden unas escaleras de madera hasta la misma costa. Aquí se encuentran los restos de una antigua construcción relacionada con el mundo de la pesca y el marisqueo.
A la derecha, hay un camino de madera que nos lleva hasta el mirador desde donde podremos disfrutar de una magnífica vista del Estrecho de Rande y gran parte de la Enseada de San Simón, convirtiéndose así en un lugar inmejorable para la observación de aves. Volviendo de nuevo hacia los restos, caminaremos sobre la playa para dirigirnos hacia la Enseada de Soutoxusto. Allí podremos ver los restos de una pesquera y otros vestigios que pertenecían a un astillero artesanal de mediados del siglo XX, del cual aún podemos ver parte de sus muros y su rampa hacia el mar.
Después de la ensenada, toca un ligero ascenso para acercarse al núcleo de Soutoxusto. En este lugar, aún se conservan los restos del Pazo de Soutoxusto y la Torre del mismo nombre. Los restos del pazo son muy visibles, pero para ver los de la torre debemos prestar mucha atención. Justo en el centro de este lugar, hay una vivienda que se asemeja a una torre en la que aún podemos ver algunos elementos antiguos. La capilla de San Vicente, que debía estar cerca del pazo, se encuentra hoy en día más arriba, justo cruzando la N-550, a donde llegaremos después de pasar por Soutoxusto.
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